Angélica Pimentel, una emprendedora valiente y dedicada, que había pasado muchos años enfocada en los negocios de la hostelería digital. Había trabajado en aplicaciones y servicios innovadores para restaurantes, pero un día, la vida le tenía preparada una sorpresa que cambiaría su perspectiva por completo.

Angélica se convirtió en madre, y al tener a su hijo, se dio cuenta de que no había lugares específicos diseñados para el entretenimiento y el ocio de los más pequeños. Quería llevar a su hijo a lugares especiales y restaurantes adaptados para niños, pero la oferta era limitada, y esto la hizo reflexionar sobre una idea revolucionaria.

Un día, mientras conversaba con su pareja sobre esta necesidad que experimentaba como madre, surgió la chispa de la inspiración. Angélica decidió que era momento de usar su experiencia en el mundo digital y emprender un nuevo proyecto con un objetivo claro: ofrecer a las familias actividades y experiencias diseñadas específicamente para los niños. Así fue como nació la idea de POiN, una aplicación que reuniría todas estas opciones en un mapa interactivo.

El proyecto no fue tarea fácil, pero Angélica estaba dispuesta a enfrentar cualquier desafío. Reunió a un equipo de profesionales que compartían su pasión y visión, y juntos trabajaron arduamente para dar vida a la app POiN. Cada miembro del equipo aportó sus habilidades únicas, y el trabajo en equipo fue clave para superar obstáculos y llevar adelante el proyecto.

Con esfuerzo y dedicación, POiN comenzó a tomar forma. La aplicación ofrecía a las familias un amplio abanico de actividades y lugares pensados para los más pequeños, desde parques temáticos y museos interactivos hasta restaurantes. El mapa interactivo permitía a las familias encontrar fácilmente opciones cercanas y planificar divertidas aventuras.

El mercado de los niños resultó ser más prometedor de lo que habían imaginado. Las familias acogieron con entusiasmo la propuesta de POiN, ya llegó a más de 30 mil familias. Angélica había encontrado el punto de dolor real de muchas familias y había sabido satisfacer esa necesidad de manera excepcional.

Pero POiN no solo brindó entretenimiento para los niños; también se convirtió en una inspiración para otras personas que soñaban con combinar la maternidad con el emprendimiento. Angélica se convirtió en un ejemplo a seguir para muchas madres que deseaban realizar sus propios proyectos mientras criaban a sus hijos.

La historia de Angélica y POiN nos enseña valiosas lecciones. Aprendemos que, cuando se encuentra una necesidad genuina en el mercado, se abre un mundo de oportunidades. Además, el trabajo en equipo y la pasión por un proyecto pueden llevarlo a alcanzar alturas inimaginables.

Así, Angélica Pimentel logró convertir su inquietud como madre en una solución innovadora y exitosa para muchas familias, demostrando que los sueños pueden hacerse realidad cuando se abraza la determinación y el deseo de marcar la diferencia en el mundo empresarial y en la vida de las personas.

Podéis escuchar su historia en el podcast.