Una simple foto puede desencadenar un negocio Montchis.

La odisea emprendedora comenzó cuando una foto viral en Instagram se convirtió en el catalizador para Javier, quien, tras varias experiencias en el mundo de la restauración, se vio envuelto en la creación de tartas de queso. Armado con un molde de Ikea y dos más, transformó su cocina en un laboratorio de delicias.

La imagen que compartió no solo generó admiración, sino que también despertó una demanda insaciable. Ante este crecimiento exponencial, Javier recurrió a su amigo de toda la vida, Nacho, cuya experiencia en startups y emprendimiento fue crucial para llevar la pasión por las tartas de queso a nuevos niveles.

Juntos, Javier y Nacho no solo elevaron el producto y la marca a estándares profesionales, sino que también encontraron el lugar ideal para materializar estas creaciones en Madrid.

El tiempo les brindó dos "dark stores", puntos estratégicos para la entrega y recogida de sus codiciadas tartas. Además, se aventuraron en el mercado B2B, estableciendo asociaciones con restaurantes y tiendas de renombre, incluyendo El Corte Inglés.

Hoy en día, Montchis se ha convertido en sinónimo de las famosas tartas de queso de Madrid. Con más de 10 mil unidades vendidas al mes, su crecimiento no conoce límites.

Esta crónica nos sumerge en la narrativa única de sus fundadores, desde el fulgor de una foto viral hasta la consolidación como creadores de la mejor tarta de queso del mundo. Una historia que nos recuerda que, en el mundo del emprendimiento, a veces, la magia comienza con una foto.