Tres Emprendedores, compartían una pasión por la innovación y el cuidado del medio ambiente. Un día se preguntaron, : ¿Qué tal si pudieran aprovechar los residuos de la producción de aceite de oliva para crear algo valioso?

Después de semanas de investigación y experimentación, descubrieron una manera de extraer partículas de hierro a partir del alperujo, el subproducto resultante de la extracción de aceite de oliva. Estas partículas de hierro tenían propiedades sorprendentes: podían utilizarse para generar biogás y también para limpiar aguas contaminadas, incluidos los residuos nucleares.

Llenos de entusiasmo, los tres emprendedores decidieron fundar una empresa llamada Smallops, para poner en práctica su innovadora idea. Pero había un desafío: necesitaban financiación para llevar a cabo su proyecto a gran escala. Sin embargo, no tenían recursos suficientes para respaldar su visión. Determinados a no renunciar, decidieron apostar por su negocio y solicitaron un préstamo personal arriesgando sus propios ahorros.

Con el préstamo en mano, comenzaron a trabajar en la implementación de su idea. Desarrollaron un proceso de extracción de partículas de hierro eficiente y sostenible, y luego crearon un sistema que aprovechaba estas partículas para generar biogás a partir de residuos orgánicos. Además, descubrieron cómo usar las partículas de hierro para limpiar aguas contaminadas, incluidos aquellos afectados por residuos nucleares.

Para ganar visibilidad y atraer a potenciales clientes, se sumergieron en el mundo del marketing digital. Aprendieron a hacer SEO en varios idiomas y participaron en concursos europeos relacionados con la innovación sostenible, ganando reconocimiento internacional por su enfoque único y su tecnología prometedora.

El mercado del biogás comenzó a mostrar un enorme potencial, ya que cada vez más empresas y gobiernos buscaban formas de reducir su huella de carbono y depender menos de los combustibles fósiles. Smallops estaba en el lugar correcto en el momento adecuado, y su tecnología se convirtió en una solución atractiva.

Sin embargo, a medida que la empresa crecía, también enfrentaban desafíos. Aprendieron la importancia de la confianza en la industria y descubrieron que confiar en ciertas personas en el sector no siempre era lo mejor. Algunas personas resultaron en obstáculos y dificultades, pero también aprendieron valiosas lecciones sobre cómo elegir colaboradores con cuidado.

Esta historia nos la cuenta, Rubén Escudero, co-fundador de Smallops. La historia de tres amigos que se atrevieron a soñar en grande, arriesgando sus propios recursos, y que finalmente lograron revolucionar la industria agroalimentaria con una idea audaz y un compromiso inquebrantable con la sostenibilidad.

La historia de Smallops demostró que con determinación, innovación y un enfoque claro en la sostenibilidad, es posible transformar residuos en soluciones valiosas y cambiar la forma en que pensamos sobre la industria agrícola y energética.

Espero que disfrutes del podcast.